El folclore, como conjunto de vivencias, tiene una forma de asimilación no académica, sino por transmisión oral y por imitación. La transmisión del folclore es espontánea, no existe sistematización ni organización en su aprendizaje a no ser la labor recopiladora de investigadores.
Las raíces de la cultura en el Caribe hay que buscarla en la confluencia de la cultura africana, la española e indios. El resultado de la mezcla, selección y creación de los elementos humanos y culturales que convergen en las Antillas. Sus rasgos definitorios irían tomando forma a través de su relación con un medio natural, social y espiritual.
En torno a la cultura afrocaribeña, se hace alusión a las oleadas de individuos de esta comunidad. La primera de ella tiene que ver con los esclavos negros que fueron traídos por los españoles durante la época de la conquista. Hacia fines del Siglo XVI. Aunque la manera en que llegaron los africanos a las Américas haya sido violenta, lo importante es reconocer cómo ellos han enriquecido la cultura Caribeana. En un sentido más amplio, la mayor parte de la música latinoamericana tiene influencia africana.
El análisis de estos aportes de la cultura africana en latinoamerica es muy complejo, pues se calcula que existen en África más de 300 culturas bantúes. Los que fueron traídos al caribe, a cuba y la hespanola en particular, procedían de distintas regiones: Entre ellos se destacan los de la zona más occidental o de la cultura yorubá, los de Nigeria del Sur y Camerún, los de Dahomey, y los del norte de Angola y el sur del Congo, también denominadas culturas congas o carabalí.
La composición social y étnica de algunas Islas del Caribe fue el producto de diferentes grupos étnicos y clases sociales, siendo los españoles el grupo étnico con mayor protagonismo en el proceso de colonización de la isla de la Hispániola, cuba y Puerto Rico, donde impusieron el idioma castellano y la religión católica, a traves de la asimilación forzosa.
Estas importaciones de esclavos nos trajeron lo más rico de nuestra identidad cultural, ya que se mezcló rápidamente con los vestigios de la cultura aborigen, y, porqué no, también se contaminó bastante con las tradiciones españolas de la época, pero en cuanto a lo musical y sobre todo, en cuanto al baile, no cabe duda de que nuestro merengue, la salsa, la mangulina, los palos, fuera de la instrumentación moderna con que hoy se interpretan no tienen origen que buscar en Europa.
Con el arribo a la mayor de las Antillas de la población negra procedente de África, se inició un largo proceso de transculturación y de sincretismo religioso en especialmente en Cuba y algunas regiones de de la Hispanola. Éstos trajeron consigo sus cantos, sus ritmos, sus credos y sus dioses, si bien no les permitieron mantener sus creencias, pues llegar a la colonia y ser entregados a sus dueños, se les bautizaba y se les imponía otros credos religiosos diferentes los suyos.
Estos se reflejos también, en sincretismo cultural católico-africano que desarrollaron los esclavos, debido a la prohibición que los blancos impusieron a la celebración de sus rituales ancestrales. Algunas de esas manifestaciones las encontramos en los novenarios, las velas, los ensalmos, hechicería, mal de ojo, vudú, baquiní, culto a los muertos, nombres y adoración de deidades (luases), culto familiar sin iglesia con altar en las viviendas, etc.
Con la desaparición de la esclavitud y la servidumbre, la población negra procedente de África pudo realizar sus actividades culturales y religiosas más libremente, aunque no desapareció la discriminación oficial, y, además, se mantuvieron ciertos prejuicios raciales que estaban enraizados en parte de la población.
Cultura folklorica afro-dominicana
El uso del término "afro-dominicano" en el vocabulario popular Quisqueyano ha brillado por su ausencia ya que el patrimonio africano dentro de sus costumbres siempre se ha negado. En cambio se ha adoptado una identificación de cultura y tradición a imagen europea o española. Esta extraordinaria habilidad de negar las influencias africanas reflejadas en aspectos de la vida cotidiana dominicana como en la fisonomía de su gente, su variada gastronomía y las muchas leyendas de folclore, se enfatiza aún con más claridad en la tradición musical del país.
En la República Dominicana la música se manifiesta fuertemente en expresiones religiosas y culturales, siendo las más destacadas los atabales, palos, zarandungas, los congós, las salves, el gagá, los cantos de hacha. Los instrumentos asociados son: tambores, la marimba, la gayumba, etc. Todas estas expresiones tienen como común denominador el ritmo, gran herencia musical africana.
Según el notable folclorista dominicano Fradique Lizardo la expresión africana que mas sobresale en la cultura dominicana se expresa en la música de Palos o Atabales, también llamada Bambula o Quiyombo . Esta tradición musical, mas notable en el área de Villa Mella (sección cercana a la capital) usa en sus ritos religiosos y celebraciones seculares instrumentos mayormente de percusión. Entre ellos sobresale un variado número de tambores.
Otra forma Neo-Africana que existe en el área de Villa Mella es la música de Congos del Espíritu Santo. Esta música asociada con la secta afrocristiana es altamente africana en sus características. Los instrumentos son también tambores que se le dan el mismo nombre de congos. Comúnmente estos tambores son de diferente tamaños, uno mayor que el otro. Este pequeño también es llamado Alcahuete, dado que toca la delantera.
El merengue es un estilo musical y de baile originado en la República Dominicana a fines del siglo XIX. En sus orígenes, ritmo era interpretado con guitarras. Posteriormente las guitarras fueron sustituidas por el acordeón que junto con la güira y la tambora, forman la estructura instrumental del conjunto de merengue típico. Este conjunto, sintetiza las tres culturas que conformaron la idiosincrasia de la cultura dominicana. La influencia europea viene a estar representada por el acordeón, la africana por la tambora (tambor de dos parches), y la taína o aborigen por la güira.
Los Guloyas o Buloyas de San Pedro de Macorís forman parte de la cultura y la historia dominicana y a su vez declarados patrimonio cultural de la humanidad. La historia de su origen habla de que nacen con los descendientes de negros cocolos que inmigraron a la ciudad de San Pedro provenientes de las islas britanicas del caribe y su principal características es que son enmascarados. Sus bailes están llenos de contenido, recreación, sátira, humor y música irradiada de ritmo, cadencia, melodía, lírica, sueños y nostalgias.
Semana Santa es una de las grade celebraciones en República Dominicana: Producto del sincretismo cultural dominico-haitiano, durante los últimos días de la Semana Santa, específicamente de jueves a viernes, se celebra en los bateyes el Gagá, ritual de carácter religioso, que mezcla elementos musicales y danzarios africanos, haitianos y dominicanos.La música Gagá incluye: “dos tambores, cuatro o más bambúes o fututos, una trompeta casera o tua-tuá, maracas o cha-chá, un caracol (lambí) y pitos”.
La palabra Gaga es usada en República Dominicana por los haitianos que practican sus propias celebraciones de Rara; la palabra es un término criollo que se aplica a alguien que no se considera esté en un estado mental"normal". Dentro de esa religiosidad propia. del país, la mágica religiosa del Gagá o el Rará en Haití, sobresale en las zonas de los bateyes y donde existen asentamientos de originarios africanos como en Villa Mella y otros pueblos.
La palabra afro-dominicano, dentro del contexto nacional es una expresión foránea, pues la personas que viven en la República Dominicana, no se identifican con una cultura en particular, ya sea latina o africana, ellos se indetifican en base a su nacionalidad. Los dominicanos, cubanos o puertorriqueños, dentro de un contexto Caribeño, dependiendo de su composición racial, una gran mayoría no se identifica como afro-decendiente, pero tanpoco se identifican como blanco, porque en muchos de los casos, el color de su piel
es el producto de dos razas y elegir una raza en particular, es traicionar los aporte de la otra.
Claro tenemos que admitir, en termino económico y social; actualmente existe una relación entre el color de la piel y la posición económica y política del individuó, donde la mayoría de las personas de piel "clara o blanca" viven en una posición mas privilegiadas, en relación a los de piel oscura o negra, quienes en su mayoría viven en condiciones de pobreza. Estas condiciones de pobreza son un legado histórico, producto del sistema esclavista y discriminatorio al que estuvieron sometida estas poblaciones, como resultado tenemos en el presente, los mismo niveles de desigualdad en la posición de la riqueza entre los diferentes grupos raciales, que existen en la República Dominicana.
La cultura folclórica popular dominicana es el resultado de tres grupos étnicos diferentes: los españoles nos dieron su lenguaje, sus costumbres y nos impusieron su religión. Los negros africanos, nos dieron el color de la piel y el folclore popular. Los tainos o indígenas nos dejaron la agricultura y el amor por nuestra tierra. Culturas que han sabido vivir en armonía creando y fortaleciendo una identidad propia, más abierta, que se refleja en la idiosincrasia de su gente y en sus manifestaciones culturales y artísticas. En poca palabras, los dominicanos miran hacia España, viven con África y Nunca olvidan a los indígenas.
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