El impacto de la comunidad china en República Dominicana
Según la historia, a fines del siglo XIX y principios del siglo XX se inicia el flujo de inmigrantes chinos hacia República Dominicana, principalmente desde la aldea de En Ping en la República Popular China. Hoy los descendientes de aquellos inmigrantes se han integrado a la sociedad dominicana como destacados profesionales y comerciantes en todas las áreas del quehacer de nuestro país. El impacto económico y cultural de la colonia china ha sido de tal magnitud, que es impresionante tomando en cuenta que en toda la República numeran entre 15,000 y 20,000 personas. Además, es una comunidad que está en pleno crecimiento, pues junto con el Perú y Chile, el éxodo de chinos desde Ecuador se están dirigiendo nada más y nada menos hacia República Dominicana.
En el ámbito comercial, los chinos se han destacado en el desarrollo de los moteles que con el tiempo se convirtieron en cabañas, en los restaurantes chinos, en los salones de uñas, entre otros tipos de negocios. Uno de los negocios chinos que más crecimiento ha tenido en los últimos años ha sido los popularmente conocidos como “pica pollos orientales”, una especie de restaurantes de comida rápida especializados en la preparación y venta de una variedad de platos de pollos. Sólo en la capital hay más de 700 instalados, de los cuales 3 de cada 5 son propiedad de chinos. En el resto del país el crecimiento de estos establecimientos, particularmente los de propiedad china, ha sido tan dinámico que en Santiago ya hay 30 negocios de este tipo, en Baní 21, en La Romana 16, cinco en Barahona, seis en Moca y una cantidad similar en San Francísco de Macorís. Uno de los cambios que los chinos han ocasionado en este mercado ha sido que hasta hace poco ese negocio sólo se veía en sectores de ingresos medios y bajos, con escasas excepciones, y donde se ofrecen habitualmente servicios de pollos fritos, plátanos y arroz por precios bien adsequibles. Sin embargo, en el último año se han expandido a ensanches donde residen personas de ingresos medios y altos. También están en las principales plazas comerciales. El país hasta cuenta con franquicias dominicanas comenzadas por los domínico-chinos como es el caso con Expreso Jade, Palacio de Jade y Wok Chinese Bistro, éstos dos últimos fueron incluidos en la edición de agosto 2009 de la prestigiosa Revista Mercado en su exclusivo y muy codiciado ránking “The Best of Dominican Republic 2009”.
Pero los chinos no paran ahí, al contrario, su influencia sigue creciendo a tal punto que uno de los más importantes centros de intercambio comercial para la ciudad de Santo Domingo es el Barrio Chino, inaugurado en el 2008 con una inversión mixta (gobierno y organizaciones de la comunidad china) superior a los RD$50 millones. Se presume que el nivel de transacciones en el Barrio Chino de Santo Domingo es alto por la cantidad de furgones que se descargan en la zona, unas 25 por mes de parte de los negocios chinos y 5 de las importadoras dominicanas. Además, el volumen de transacciones se agiliza con el flujo de 15 restaurantes, 2 salones de belleza, 4 relojerías china, 2 hoteles chinos, una mueblería china, un centro fotográfico, 2 agencias de viaje chinas, una agencia de representación de comunicaciones, una financiera, 5 asociaciones chinas que incluyen el Centro de la Colonia China y la Fundación Flor para Todos, y 4 supermercados que abastece a todos los negocios chinos del país con mercancías que importan directo desde la República Popular China. El Barrio Chino también aporta al desarrollo turístico de la ciudad de Santo Domingo, tanto de origen nacional como internacional al atraer una frecuencia de visitantes del orden de más de 3,000 a 5,000 personas diarias, y unos 500 turístas y grupos de 300 estudiantes por día.
Los chinos también han sido una pieza clave en expander los vinculos comerciales de República Dominicana con la República Popular China. Según representantes de la oficina comercial de la República Popular China, los dominicanos importan y consumen cada vez más productos chinos. En el 2008 las importaciones sumaron US$650 millones. Sin embargo, el intercambio comercial con ese país asciende a US$800 millones cuando se toma en cuenta las exportaciones dominicanas hacia ese país valoradas en US$150 millones.
La influencia china en República Dominicana hasta se siente en la cultura popular dominicana. Se dice que en la Era de Trujillo, en las cercanías de Bonao, unos chinos tenían un restaurante justo al lado de la antigua Carretera Duarte. En la época se tomaba hasta más de tres horas el trayecto desde Santo Domingo hasta la segunda ciudad de importancia, Santiago de los Caballeros; lo que hacía obligatorio parar en el restaurante de los chinos en Bonao aunque sea para estirar las piernas. Consta que altos funcionarios del régimen trujillista solían hacer eso cada vez que viajaban entre la capital y el Cibao, y mientras se relajaban y comían en el restaurante chino hablaban de proyectos y demás cosas confidenciales que sólo los altos funcionarios del gobierno sabían y estaban autorizados saber, pero en realidad los que tenían acceso a esa información privilegiada eran los altos funcionarios y los chinos de Bonao. Pues las conversaciones se hacían sin mucho cuidado lo que facilitaba que los chinos de Bonao se enterarán de los planes del gobierno mucho antes que la mayoría de la población tuviera acceso a esa información. Tras esos acontecimientos surge el famoso dicho “eso lo saben hasta los chinos de Bonao”.
Definitivamente que los chinos son gente que enriquecen a nuestro país con valores que le dan importancia al trabajo, al progreso, a vivir una vida honrada y digna. Son gente emprendedora, respetosa, progresista. Son el tipo de gente con la mentalidad necesaria para ayudar a que República Dominicana marche hacia adelante en el ámbito económico y cultural.
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